domingo, 23 de junio de 2019

Retratos de San Isidro ´19. La Feria de la ilusión. "No hay pañuelos en la plaza para secar las lágrimas de Leo"


En un Mundo Sincrónico (Sloterdijk dixit), la fiesta de los toros devuelve un lugar y un sí-mismo al hombre excéntrico de hoy. El aficionado no cesa de cavilar sobre distancias desde su asiento y se despoja del lema del Capitán Nemo: MOBILIS IN MOBILI.

O como mejor lo dice Leo:
"¡A su sitio!"


Juan Francisco Peña y Fogoso, de La Quinta

La Feria se inicia con la que será, a la postre, mejor vara del serial. Con la emoción de que un animal de 575 kilos se dirija a toda velocidad desde una distancia de unos 25 metros para pelear contra un hombre que monta un caballo y que porta una vara en cuyo extremo se sitúa una puya de unos 30 milímetros que vuelve a herir a dicho animal.
Pablo Aguado, la vuelta de la ilusión

El auténtico tapado se destapó con "Tapado". Jamás había visto torear así. Todo lo que hasta entonces había sido mal era borrado por unas trazas de bien. La vista se colmó de una geometría exquisita y, en un instante, se alejó todo el torcimiento, toda la liquidez del neotoreo, y volvía todo a ser sólido, para grabarse en la memoria. Por vez primera en muchos años anidaba la ilusión de volver a la Plaza para ver a un torero.

"Ya no me llena nada". De manera ineludible, todo lo ulterior iba a ser comparado con esa faena, como si un pabloaguado fuera una unidad de medida del bien en el toreo: la Puerta Grande de David de Miranda, 0,3 pabloaguados; el alcayateo de Lorenzo, 0,001 pabloaguados; la afectación de López Simón, 0,00001 pabloaguados. Y así hasta que llegaron Román y Ureña.

Puertagram: Puerta Grande de Instagram

En ese contenedor no caben todas las Puertas Grandes que quedan olvidadas instantáneamente y que solo perviven en los feeds de Instagram de esos humanos que las fotografían patológicamente con su smartphone. Pedir las orejas para conseguir una foto o una anécdota que contar, supone imponer un interés personal sobre la personal responsabilidad de realizar una justa valoración de la labor del torero. Pedir las orejas por pedirlas, mina progresivamente la capacidad de decisión de los pagadores del espéctaculo. Siendo este además esa forma política que en España más se acerca a la democracia ideal, la que nació con lo de: "No taxation without representation".
Por eso Amón no puede pedir o no pedir orejas, porque no paga.

El Konsenso Taurino

De la refriega por el poder entre Domb y Juli, el primero salió vencedor, en principio, armando un bombo. Así, los dombombos dejaron a Madrid sin Juli, y la afición lo festejó. Pero la suerte quiso que sí hubiera un Madrid con Juli en dos tardes, venciendo al final a Domb y a la afición.
En su primera comparecencia, Juli ya enseñó todo su poder, que no ejerce sobre los toros, sino sobre las reglas y sus supuestos guardianes. A base de miraditas consiguió que D. Gonzalo de Villa Parro le devolviera un toro de manera antirreglamentaria.
Juli el poderoso sigue con una Puerta Grande de Madrid.


La visión simoniana de Madrid y su Plaza

Con los dombombos, Bernard continúa la conversión de Las Ventas de lo que ahora es hacia su idea de lo que debe ser: toros en los pasillos, lisarnasios y quasidesconocidos en el ruedo, vasos verdes de gintonic en el suelo, más huecos que abonados en los tendidos, más chinos que aficionados en el 7 alto, presidentes y mulillas colaboradores y adultolescentes bolinga.

Un Escolar

La emoción denostada, lo original de todo esto. Primera vez que se manifestó en la Feria, sobradamente, lo arriesgado, prohibido en la Sociedad del Riesgo actual, definida así por Ulrich Beck, a través de una verdadera corrida de toros de José Escolar. Agradecer y felicitar a todos los de a pie que se pusieron delante. En la memoria queda la emoción surgida del valor, técnica y capacidad de Iván García para cerrar a una mano al toro desde los terrenos del 8 hasta el burladero del 4.

"La moda es la hermana pequeña de la muerte"

Así dice Leopardi en el más popular de sus Diálogos Morales. À la mode apuntan a ir Victorino hijo y Adolfo; más este último. Parecen ambos contagiados por el virus socialdemócrata de lo que Scruton denomina oikofobia, o rechazo a la casa natal y voluntad de desembarazarse de todo el mobiliario que ha ido acumulando a lo largo del tiempo. Pese a esta voluntad, los caminos de la casta son inescrutables y nos permitieron ver toros como Bolsiquero o Español. Se espera que se alejen de la peste de la moda.
"Éxito de taquilla"

Simón ha conseguido que muchas tardes de San Isidro se asemejen a esas del mes de septiembre, de pasillos huecos, tendidos de afición y media entrada. Tardes en las que, no obstante, los abonados disfrutamos sobremanera, ya que sirven para construir amistad. Leo habla aún más que de costumbre, pero más bajo y más cerca; E. y J. enumeran ciertas ganaderías que cierto sector mediático de nuestro tendido ha visitado y que tenderá (y tiende) a protestarlas pa´ sus adentros; otro, J., anuncia que contraerá matrimonio este año; D. expresa su predilección de entre los toros que ha visto por la mañana en el apartado; E. bromea con que A. solo viene los días de clavel; K. lleva su batalla particular por captar la atención del tabernero del tendido mientras protesta la presentación de algún bobovillo; C. se gira hacia nosotros expresando el tedio que le invade; A. y A. piden "¡aguafri, aguafri!" para el tendido desde su barandilla.
"¡Hoy está la Trini en el palco!"


La pontificación de la mentira. Ginés Marín y la búsqueda de las dos orejas

El neotriunfo o triunfogram se basa en la pontificación de la mentira, que es jaleada con moderación con "bieeeen(es)". La pontificación del mal suele alcanzarse a través del encuentro de dos actores: un toro movedizo que no "repone"; y un torero quieto, descargado, en línea y que bernadea al final. El tercer actor, el público, aplaude y rechista a las protestas. Cuando este guión no se cumple o no se puede realizar, el triunfogram se aleja. Por ello, López Simón (5 Puertas Grandes) o Ginés Marín (1 Puerta Grande), no lo alcanzaron en esta Feria.

La obra de Ferrera

Actuaba Díaz, paisano de Leo, pero la actuación memorable fue la de Ferrera. Montó dos faenas igual de montadas (que fueron hacia arriba y a más hacia el final) y de toreras. La primera fue un círculo pleno de sentido, cerrada con la muleta al hombro igual que se abrió y con una estocada recibiendo con el toro a unos 8 metros. La segunda fueron trazos improvisados que no hacían más que mejorar, su traza y al toro. Otra estocada en la suerte de recibir la cerró.

Adiós a la abuelita
Será la última Feria con Carmena de alcaldesa. Leo lo celebró invitándonos a cerveza en una tarde de novillada. "Me ha llamado la z_rr_ de Cibeles". Todo eran risas.
Guernica
La verdad de Román y Santanero I

Román mostró la verdad de todo esto, que ya había anticipado con Mentiroso, de Adolfo. Un hombre. Qué pelea contra la naturaleza de Santanero I, de Ibán. Cuando hay toro, hay riesgo y puede haber valor. Gracias a Román, lo hubo. Habrá recuerdo de su firmeza.

Y Leo pidió la oreja

"Aprende jografía, que confundes Linares con Jaén. De Linares, donde dos huevos son más hermosos". Díaz, el paisano de Leo, brindó su toro con torería al herido Román, dio tres lances encajados y exquisitos, y Leo pidió la oreja, que le fue concedida. Leo hizo lo que nunca, botando con los brazos en alto y acercándose el pañuelo blanco de cuando en cuando para secarse las lágrimas que el otro linarense había hecho brotar.
La casta desdichada

"Hoy viene el Sederriter". El Konsenso Taurino hace que a la casta, a la que deberían enfrentarse las figuras, se enfrenten 3 toreros con 6, 3 y 4 festejos en 2018. Ese mismo Konsenso ha decidido no otorgar el premio al mejor toro de la Feria al que lo fue: Carasucia. Por tanto, si en la sociedad actual la identidad es desdichada, como ha mostrado Alain Finkielkraut, en el mundo taurino es la casta la desdichada. Sin la casta, que es el pasado, la herencia, la tauromaquia se somete sin resistencia a la fuerza de las cosas.
"¡Ese toro se ha girado porque ha oído los clarines!"
La desespectacularización de Ureña

Ureña, que se debatía entre verificar la tesis del espectáculo de Debord o torear, toreó el día de la Cultura. Como un geómetra, trazó el bien. Además, Paco barrió esa tarde al Rey. Madrid, Madrid, Madrid. No importó el premio: el que fue, lo vio, y el que no, no lo vio.

La Feria de la ilusión

Y sin José Tomás. 
Abendland

Vattimo recuerda cómo para Heidegger, el nombre Occidente (Abendland) define nuestra civilización no solo de manera geográfica sino también ontológica, como la tierra del ocaso del ser. No hay quinto malo. O sí.


Tercer encierro de San Fermín 2025. Un toro bastardo

El destino de estos toros que debutaban hoy, esto es, para lo que los ha criado Álvaro Núñez , para lo que la Casa de Misericord...